Hay a quienes uno de los edificios más inusuales de Innsbruck, Gelbling House, les parece algo así como un pastel gigante con crema batida.
Y es como si se pudiese tomar una porción de su fachada y disfrutar del sobrenatural sabor a malvavisco de los dulces.
Tabla de contenidos
Introducción
Con un magnífico estilo barroco, y posteriormente impregnada de rococó en el siglo XVIII, la casa fue el hogar de Herr Gelbling durante 27 años, de quien tomó el nombre y que fue solo uno de los muchos propietarios del edificio.

Y aunque la entrada a la Casa Gelbling está cerrada a los visitantes, pues es un edificio residencial de propiedad privada, literalmente puedes disfrutar de su apariencia durante horas y horas: aquí, la mirada se pierde en un flujo de rizos dorados, descansa en rosetones de estuco y disfruta incansablemente del esplendor de sus sofisticados detalles.
Sin duda merece la pena tomarse un tiempo admirar la belleza y detalles del edificio y, además, en la misma plaza de la Casa Gelbling se encuentra el famoso Tejado Dorado y la torre Stadtturm (torre del reloj), por lo que se puede pasar toda una mañana o tarde completa contemplando parte de la arquitectura más destacada de Innsbruck en un solo lugar.
Historia
El primer edificio en el solar que ocupa la actual Gelbling House se construyó a principios del siglo XV, cuando Innsbruck vivía un auge sin precedentes en la construcción de casas rurales en las afueras de la ciudad. El edificio original, sin embargo, difícilmente habría impresionado al turista como lo hace hoy en día gracias a la magnificencia de su apariencia externa.
Y es que en aquella primera estructura dominaba un estilo gótico ascético y algo quisquilloso.
Época del rococó
En el siglo XVI la mentalidad se volvió mucho más abierta y optimista y la casa Gelbling floreció con exuberantes y suaves detalles barrocos. Más tarde, a principios del siglo XVIII, el valiente estilo rococó llegó a Innsbruck y, con él, el talentoso arquitecto Anton Gigl.
Gigl fue el encargado de darle un nuevo aspecto al edificio, ungiendo generosamente la casa Gelbling con alegres cupidos y pesados racimos de uvas, lazos dorados, conchas marinas y máscaras… entre muchas otras formas.
La infatigable imaginación del arquitecto, apoyada por generosas inyecciones de fondos del entonces propietario de la casa, Herr Gelbling, la convirtió en uno de los edificios más reconocibles de la moderna Innsbruck, que siempre está llena de entusiasmados turistas.
Por cierto, el propio Herr Sebastian Gelbling, cuyo nombre ahora lleva la casa, fue su propietario desde el año 1800 hasta el 1827. En aquel momento, el edificio albergaba un casino, y este hecho aumentó en gran medida la fama de la Casa Gelbling.
Qué ver

A pesar de que la Casa Gelbling no está abierta al público, pues su interior da cabida a apartamentos privados y oficinas, esta es una vista que no podría faltar en ninguna ruta por Innsbruck, ya que lo más interesante, afortunadamente, se encuentra en su parte exterior y está disponible para admirar.
Para contemplar la casa Gelbling es mejor comenzar un poco desde lejos. De esta manera se puede echar un vistazo a los cuatro altos pisos del edificio, su base arqueada, donde a día de publicación de este post opera un acogedor café, y un lujoso entrepiso con estuco rococó y un rosetón central, todo un eco característico del estilo gótico.
A medida que nos acerquemos, se pueden observar los ricos adornos en relieve de color crema que resaltan cada piso y que se encuentran debajo de las ventanas en todo el edificio. Además, la concentración de «dulzura» barroca aumenta claramente cuanto mayor es el piso al que miramos: en el segundo piso, las ventanas están enmarcadas por guirnaldas de estuco, en el tercero, se agregan viñetas, medallones y cuerdas «torcidas», y en las ventanas del cuarto se puede observar una cubierta de vegetación tropical que cubre parte de la Gelbling House.
Por otra parte, los desagües de metal drenan el agua con gracia desde el techo de la casa Gelbling.
Información práctica
Dirección: Herzog-Friedrich-Straße 10, Innsbruck, Austria. Junto al Tejado Dorado y Stadtturm.
La Casa Gelbling está cerrada al público, pero se puede admirar la fachada a cualquier hora del día.