El antiguo castillo de Nagoya fue construido en 1612 como residencia principal de la famosa e influyente familia del shōgun Tokugawa Ieyasu. Hasta 1871, fue considerado el principal centro político y administrativo del principado de Owari.
El castillo permaneció prácticamente intacto hasta 1945, cuando, durante la Segunda Guerra Mundial, la fuerza aérea de los Estados Unidos arrasó la fortaleza hasta convertirla en escombros.
Afortunadamente, se pudieron llevar a cabo trabajos de reconstrucción gracias a las donaciones de los residentes de Nagoya. De esta manera, la reconstrucción total del castillo se completó en el año 1959.
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Historia del castillo de Nagoya

La historia del castillo de Nagoya nos remite a una antigua fortaleza previa erigida en el mismo lugar en la primera mitad del siglo XVI por el gobernante Imagawa Ujichika. En 1532, aquella fortificación fue capturada por Oda Nobuhide, quien también rebautizó el edificio como Castillo de Nagoya.
Sin embargo, la ciudadela «a gran escala» que conocemos hoy en día comenzó a construirse en el período Edo, cuando la gloriosa familia Tokugawa llegó al poder, es decir, en 1610. Entonces no fueron tacaños con los fondos y se levantó una residencia pomposa: amuletos de oro de shachihokos brillaban en el techo y, según se dice, eran visibles a decenas de kilómetros de Nagoya.
Los shachihokos son animales con cabeza de tigre y cuerpo de carpa que se creía que protegían el castillo de los incendios.

Fueron varios los edificios que se construyeron el territorio del complejo del castillo de Nagoya, además de la torre principal. También se levantó un rico palacio, cinco amplios patios y un pintoresco jardín japonés, lo que supuso un lugar de descanso favorito para los gobernantes de la ciudad.
Hoy en día, esta ciudadela es un símbolo de la ciudad de Nagoya y uno de los castillos más destacados de Japón.
Visita interactiva por el interior de una de las salas de exposición del castillo de Nagoya.
Durante la Restauración, el castillo estuvo a punto de ser demolido. Afortunadamente esto no sucedió, sin embargo, la ciudadela se salvó por poco tiempo. Ya en 1891 se produjo un fuerte terremoto en Nagoya, conocido como «terremoto de Nōbi», que produjo severos desperfectos en el complejo. Dos torres auxiliares se derrumbaron, mientras que la torre principal y el palacio sufrieron graves daños.
Aunque eso sí, los japoneses, que fueron muy cuidadosos con su patrimonio, lo restauraron todo, cediendo el castillo para uso público en 1930. Posteriormente se abrió un museo en su interior. Por desgracia, aquel museo funcionó hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando se eliminaron los shachihokos dorados para que no sirvieran como puntos de referencia para los aviones enemigos, y también se protegieron algunas de las pinturas murales.
Lamentablemente el castillo en sí no se pudo salvar: se incendió bajo los bombardeos dirigidos por aviones estadounidenses.
De los bombardeos únicamente sobrevivieron tres torres y tres puertas, así como parte del jardín y parte de los cimientos. Las ruinas fueron consideradas «museo» y nuevamente comenzaron a restaurarse metódica y escrupulosamente.
Ya en 1959 se restauró la torre principal, que se convirtió en otro símbolo de la ciudad. Fue en esta torre en la que se inauguró el Museo de Historia de la Ciudad de Nagoya, que se puede visitar en la actualidad
Recorriendo el castillo de Nagoya
Información práctica
Dirección del castillo de Nagoya: 1-1 Honmaru, Naka Ward, Nagoya, Aichi 460-0031, Japón.
Cómo llegar al castillo de Nagoya: Desde la estación principal de Nagoya, la forma más fácil es contratar un taxi y llegar a la puerta principal del castillo en unos 25 minutos.
Horario del castillo (podría variar): de 9:00 a 16:30.
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